Hola mis queridos lectores, les presento esta reflexión sobre cómo desarrollar el bienestar psicoespiritual de forma integral.
Cuando hablamos de un bienestar psicoespiritual no podemos dejar fuera ninguno de los tres aspectos fundamentales del ser humano: Mente, cuerpo y espíritu (alma).
Para hacerlo más gráfico vamos a utilizar el significado gráfico del «triskel»

Se cuenta que en la tradición celta hay un antiquísimo símbolo llamado “el triskel” que representa la unión perfecta de mente, cuerpo y alma, en completa armonía y equilibrio, su forma de espirales en movimiento representan la evolución y el desapego a situaciones que alejen al individuo de su centro común tanto físico, mental o espiritual; que es de donde surgen las tres espirales, se unen al círculo exterior que representa el ser, que está formado equilibradamente por todos sus elementos.
La primera espiral representa los límites y capacidades, sensaciones y sentidos del cuerpo; la segunda representa el camino de las ideas y el pensamiento, la razón y la conciencia; finalmente la tercera espiral es conocida como “triskillan” representa el duro camino del alma, este en específico es el más velado por la dificultad de aprender del mundo de la espiritualidad.
Aunque a este símbolo se le han dado muchas interpretaciones, nos vamos a quedar con la principal que es la representación del cuerpo (fuerza), mente (sabiduría) y alma (amor).
Algo curioso de este símbolo celta es que no es una concepción estática sino dinámica, el camino no es recto tiene forma de espiral, de evolución, de cambio y equilibrio.
Esta concepción dinámica del triskel coincide con nuestra visión del bienestar psicoespiritual que esta en continuo cambio y en una permanente búsqueda para encontrar ese equilibrio que tanto deseamos entre los tres planos del ser humano: el mental, el corporal y el espiritual, los cuales buscan una armonía para que la persona se pueda desarrollar integralmente. No se trata de factores aleatorios, se trata de gestionar nuestras opciones, nuestras emociones, nuestros sentimientos y conseguir una vida más plena.
Por lo que aquí nos proponemos brindarte un enfoque abarcador que busca mirar la vida de una forma más integral, desde todas las perspectivas: desde tu cuerpo físico con todos los avances de la medicina hasta tu desarrollo mental e integración espiritual o sentido de la trascendencia.
Veamos más detalladamente los tres planos del ser humano: Mente, cuerpo y espíritu.
1. Plano mental:
En el plano mental es importante trabajar en nuestro sistema de pensamiento, prestarle atención para hacer los cambios necesarios, romper los esquemas limitantes y poder desarrollar aquellas ideas y pensamientos que buscan la plenitud del ser humano.
2. Plano físico:
En el plano físico, de la acción y el cuerpo, es importante atacar nuestros hábitos poniendo a prueba constantemente nuestra voluntad de cambio y mejora. Reconocer que hay otra manera, no sólo de pensar, sino también de actuar que puede ser entrenada en beneficio de una mejora de nuestro bienestar. Darse cuenta de qué hábitos nos están perjudicando y trabajar en lo que nos llevan a potenciar las capacidades, sensaciones y sentidos del cuerpo. Ser conscientes de que somos responsables de nuestro cuerpo (no dueños, ya que él tiene su propia inteligencia en la que tú no ordenas ni mandas. Tú no le dices cuándo respirar o cuando el corazón tiene que latir), pero somos responsables del desarrollo de este organismo tan maravilloso del que debemos cuidar.
3. Plano espiritual:
En el plano espiritual el trabajo es asignatura obligatoria. Nos asusta este plano por un concepto mal enseñado y aprendido. No tiene nada que ver con la religión. Se trata del potencial que tenemos, la fuente que nos alimenta y donde conectamos con lo que necesitamos, con lo que somos: Un pozo profundo de sabiduría. En el alma oespíritu es donde brotan todas aquellas potencialidades que podemos llegar a ser.
En el proceso del desarrollo espiritual (busqueda de la trascendencia) encontramos que la reflexión o meditación son una fuente inagotable de tranquilidad y paz interior. En el amor trascendente, descubrimos donde surge la fuerza o la motivación más importante para afrontar el día con una idea más clara y abierta, y una perspectiva sin filtros que te invita a vivir la realidad tal y como es, aceptando cada cosa como viene y solucionando los retos de manera serena y creativa.
Resumiendo estas tres áreas básicas del Bienestar Integral:
- El Bienestar Físico.- Todo lo referente a la salud de tus células, desde una visión integral de tu cuerpo.
2. El Bienestar Mental o Emocional.- La capacidad de adaptación del mundo interior al mundo exterior.
3. El Bienestar Espiritual.- La búsqueda de la trascendencia, la serenidad y la paz . Realizar meditación u oración tiene grandes beneficios para todo nuestro ser y algunos ejercicios de respiración nos ayudará a cultivar el alma. Con estas actividades conseguiremos relajarnos, alejarnos de esas emociones negativas que están en nosotros y emprender el camino hacia la persona que queremos ser.
Cuando desarrollamos nuestra salud física, mental y espiritual, estamos cultivando la persona que queremos ser. El cultivo y la integración de estos tres aspectos del ser humano: cuerpo, mente y espíritu, hará que nuestra vida adquiera un sentido y una plenitud que de otro modo sería difícil de encontrar, si excluimos alguno de ellos. La clave está en cultivar cada uno de los tres y probablemente encontraremos el equilibrio en su conjunto.